martes, 25 de noviembre de 2008

HEMOS ESTRENADO CON EXITO

Bueno, ya estoy de vuelta. No es que me hubiera perdido ni nada por el estilo. Es que andaba, como suele decirse, con el agua al cuello. El estreno se aproximaba en fechas como el agua sube con la marea, de forma inexorable. Y yo, solo podía esperar.

Pues bien,... ha sido un éxito. En las dos sesiones un lleno al 90 % del aforo del teatro.

Eso en sí, ya es un éxito. Pero cuando durante la representación, dos horas de las de 60 minutos cada una, puedes ver a la gente integrada en el desarrollo de la acción. (Yo estaba allí y miraba más al patio de butacas que a la representación) Y a la salida hablas con la gente del público y te confiesan simplemente que han pasado dos horas entretenidos por descubrir el desenlace. Solo puedes decirte a ti mismo que hemos cumplido el objetivo.

Si, digo "hemos", por que esto del hecho teatral es un arte compartido, un trabajo en equipo, y la compañía de Bolos Teatre ha hecho un trabajo magnífico gracias al cual aquellos textos que escribí hace unos años han podido ser vistos y entendidos por un montón de público. Aquellos personajes que definí han tenido cara, cuerpo, ojos, textos y silencios. Y eso es lo mejor que le puede pasar a un personaje.

En fin que gracias, que muchas gracias, al mundo mundial, que diría Manolito. A los actores y actrices, al director, regidor, traspunte, iluminación, edición musical, decorados, maquillaje, producción,... y público.

miércoles, 15 de octubre de 2008

UN PEQUEÑO MONOLOGO,...

Vaya un pequeño trocíto de uno de los cuadros de la obra,... si quieres más,....

"¿Es esto a lo que quería llegar? A estar aquí, objetivo de las miradas de la gente. Objetivo de quien sólo piensa en ascender la ladera para derribarme. Sin un solo punto donde asirme. Sin nadie en quien confiar. A merced de lo que sople.
¡Qué frágil resulta uno en esta posición!
¡Qué timo más bien orquestado, este del poder!
Mi moralidad convertida en,... En nada. Mi moralidad ha desaparecido. Casi cedo a las presiones de José y le doy el nombre del balneario donde enviaba a Joana a su descanso,.. eterno.
Sólo soy una “rata” mas. ¿Es esto en lo que convierte el beber de esta fuente? ¿Es el poder que te hace maldito? No lo creo. No,... yo era maldito antes. Cuando no tenía poder.

Qué difícil se me hace discernir. Como se mezclan el blanco y el negro. Cómo no puedo distanciarme de esta masa gris en la que se ha convertido mi vida. Qué falta de finalidad hay al final de la pirámide.

Si al menos pudiese,.. volar,.... Si, volar. Volar me permitirá distanciarme. Ver las cosas un poco más claras que con este maldito dolor de cabeza con el que las veo."

viernes, 3 de octubre de 2008

¿OS HE HABLADO DE LA MUSICA QUE ME GUSTA?

Bueno ya sabéis que me gusta escribir teatro y ya sabéis que he podido ver un ensayo y todo eso,.... pero una de las cosas que me llamó la atención es ¿qué música van a seleccionar para la obra?

La temática es navideña así que ya te puedes hacer una idea,... pero claro a uno se le enciende la luz del registro propio, y el disco duro empieza a recoger de la "biblioteca" canciones que tenía olvidadas y encuentra, un "Jingel Bells" o como narices se escriba que me trae sin cuidado, interpretado por Brian Setzer y su orquesta.

¿Cómo dices? ¿No sabes quién es Brian Setzer? Por favor, el maestro Setzer. Vamos seguro que sabes quienes son Stray Cats. Pues Stray Cats es Brian Setzer. ( Luego coloco un enlace pa que veas lo que toca el elemento)

El caso es que rebuscando con la mulita no encontré la canción navideña pero si que encontré un LP, o cómo se diga ahora, de homenaje a Atlantic Records. Una maravilla tu. Purito Rock and Roll.

Y eso es lo que quería deciros. Esa es la música que me gusta.

Ya sé que a los "listos" que se hayan fijado en el logotipo y en la foto de la guitarra esto sobraba, pero bueno, así aprendo a colocar un enlace a Youtube.

http://es.youtube.com/watch?v=jgUCs72RDHs

martes, 23 de septiembre de 2008

UN RECORTE DE PRENSA


Os adjunto un recorte de Prensa de este lunes.


Parece que la cosa continúa siendo en serio. Es un recorte del periodico local de Alcoy.






Me han pedido un texto para el programa de mano, ya sabeís eso de "cuenta algo sin decir nada", y bueno, esto es lo que he enviado y me parece que han aprobado:


"FELIZ NAVIDAD ¿O NO?"

"El título original de la obra “Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo” no es más que una felicitación típica de Navidad, y a decir verdad, poco original. Pero, gracias a esta poca originalidad, de la que hago gala cada vez que mi mujer me pregunta sobre qué ha de escribir en los crismas que enviamos a mi familia, es por lo que ustedes están leyendo esto.
Cuando se reúne la familia todo va bien ¿o no? ¿Y si la fecha es Nochebuena? Pues lo mismo puede ir bien, que no.
Después de algunos años una familia, de las de toda la vida, se reúne, casi por casualidad, para celebrar unas navidades en familia. Lo que suceda a continuación sacará a flote lo que cada uno fue, o quiso ser, y lo que cada uno quiere ser, o será.
Espero que disfruten de la variedad de registros que la compañía les va a ofrecer en este espectáculo y que cuando salgan hayan pasado una entretenida noche de teatro, llena de sobresaltos y giros inesperados.
Gracias por haber venido y,… Aprovecho la ocasión, para desearles de todo corazón en nombre de “Bolos Teatre” y de un servidor, Feliz Navidad y Próspero año nuevo."

Miguel Ángel Vaquer Boluda.






viernes, 19 de septiembre de 2008

¡ ¡ ¡ HE VISTO UN ENSAYO ! ! !

Bueno, ya está. He visto un ensayo de la obra.

Se podría decir, resultando excesivamente poético, algo así como que he visto a la obra en pañales y cosas por ese estilo. Pero no pienso decirlo. Lo que he visto es un sueño.



Si, he visto algo que no esperaba ver. Algo que sólo yo había visto. Algo que, los pocos que habían leído el texto hasta la fecha, tal vez habían imaginado en su mente.



Ayer yo vi mis palabras moviendo se. Mis intenciones, buenas y malas, cobrando volumen. Las sentencias alcanzando matices únicamente supuestos por mí y dispuestas a ser lanzadas contra el patio de butacas.



El reparto es excepcional. Dicen que son "amateurs". Incluso al final del ensayo me dijeron cosas como que "todavía les faltaba matizar detalles", "la tenemos cogida con pinzas, pero esto en dos meses se arregla,..." ¡Bendito celo profesional! ¡Bendita afición! Si van a superar lo que yo ví, me muero de ganas por ver el ensayo general antes del estreno.



No tuve palabras, al final del ensayo estuve hasta parco en ellas. La verdad no es que no supiera qué decir sino que no sabía cómo decirlo. Yo soy "amateur", pero ya quisiera yo alcanzar ese grado de "amateur" algún día.



Gracias a todos.



Y a Tomás,... a Tomás Gisbert, el director. ¿Qué le voy a decir? El ha hecho posible que esto sea.

Soy consciente que ello puede suponer mi ingreso directo en este "inferno" teatral sin posibilidad de redención, pero de su mano y con su gente, cruzo ese umbral con la sonrisa en la cara.



Un único deseo para todos.



¡ MUCHA MIERDA !

lunes, 8 de septiembre de 2008

UN PROVINCIANO "PERDÍO" EN GRAN VIA

Bueno. Fin de semanita "cultural" en la gran manzana meseteña.

Hicimos una escapada al centro para ver una obra de Teatro, como suele decirse, de las de antes.

Un hotel en la Gran Vía y un Teatro al borde de la Gran Vía.

Estas son mís impresiones.

1- Soy un animal de provincias, como suele decirse. Pero, esta es la primera vez que entro a Madrid y salgo en coche sin dar una vuelta de más ni recibir alguna "simpática" pitada. Cosa que me llena de infinita satisfacción y me da hasta un aire como que más cosmopolita.

2- Tengo buen sentido de la orientación, pero en medio de todo esto, ¿dónde esta la playa para poder orientarme? Si no hay mar que dificil se me hace.

3- El Teatro me encanto. La obra de Miguel Mihura "La Decente". El reparto estupendo y por orden de impresión: Manuel Galiana, como siempre. Este hombre no actúa, simplemente vive la historia que cuenta. Victoria Vera, cuánto tiempo. Me gustó, qué tablas, qué buen estar, qué más se puede pedir. Del resto de reparto,... impresionantes Ana María Vidal y Juan Calot. La sirvienta y el policia de los de siempre perfectamente interpretados. Andres Arenas y Antonia Paso estupendos tambien pese al escaso papel.



Y hasta aquí, todo parece correcto. Peró ahora viene cuando y conste que yo no soy nadie para corregir nada ni meterme con nada ni nada que se le parezca, pero,....

Bendito Mihura, ¿cómo es, que teniendo al publico entregado con momentos de genialidad absoluta durante el primer acto, plantea un segundo acto en el que la resolución del embrollo, o su no resolución, aparezca con menos fuerza que el planteamiento del mismo?

Me quedé con la impresión de haber jugado al gato y al ratón por el placer de jugar. Yu hubiera tiznado de un poco más de dramatísmo al segundo acto.



De todas maneras, esta sólo es mí impresión y yo a fin de cuentas, repito, no soy nadie para corregir al Maestro Mihura. La obra es una delicia de buen gusto recomendable a todas luces para pasar un rato viendo TEATRO.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

SALTO DE CONTENTO Y ME MUERDO LAS UÑAS

Hoy sólo quiero compartir la expectación. Hoy sólo quiero "repartir" mis nervios.

En poco más de mes y medio podré ver una de mis Obras representada en un escenario y para ser totalmente sincero esta es una de las que jamás pensé que vería encima de unas tablas.

Cuando escribo, y ultima mente sólo escribo Teatro, siempre andas con las "limitaciones" a cuestas. ¿Quién la representara? ¿Dónde se representara? ¿Todo esto son demasiados medios?

Y cosas por el estilo. Esta obra que se representara a finales de Octubre recuerdo haberla escrito sólo para disfrutar. Sin freno de ningún tipo. La escribí por el gusto de desarrollar una historia que surgió a partir de una frase.

He representado otras obras, pero con menos reparto, con menos medios, casi hechas a medida de lo que disponía en ese momento.

Esta va a ser distinta. Y además, delante de un público al que no conozco.

Espero que les guste la propuesta. Espero que pasen un buen rato. Espero que todo vaya bien y mientras espero, me muerdo las uñas.

lunes, 1 de septiembre de 2008

CITA A CIEGAS (2)

Lo prometido es deuda, y si bien, solo las pago cuando me interesa, en esta ocasión haré una escepción. O tal vez, me interese. Aquí va otro relato de otra cita a ciegas.

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La hora era la correcta.
El lugar el acordado. El juego, peligroso. El resultado imprevisible a la vez que excitante.

El llamarlo cita a ciegas no deja de ser un eufemismo. De hecho no se va a tratar de una cita, no nos vamos a ver. No será cita pues, pero los dos estamos citados. Solo que únicamente seré visible yo. Ciertamente una locura.

Qué idea, qué “morbo”, qué tensión y en medio de toda la expectación, yo. Centro de todas las miradas. Pero, ¿Las miradas de quién? De él. ¿Aparecerá? ¿Terminara por hacerse visible tal y como yo espero? ¿O no? Querrá llevar el juego al extremo. Al limite de perder, tal vez, la única oportunidad que le dé, de conocerme.

¿Y yo? Tengo la sensación de solo ser un señuelo. Solo una imagen con la que dar cuerpo a sus fantasías. Y todo eso, ¿a cambio de qué?

Un subidón de adrenalina. ¿Qué barato me vendo? ¿O no? La verdad es que algo como esto no ocurre todos los días. Nadie que yo conozca tiene una oportunidad como esta en las manos, es más, tengo amigas que pagarían por sentir algo parecido a esto una vez en su vida.


Bueno, allá vamos, llevo el vestido acordado, llevo hasta la ropa interior acordada, no se para qué, pero la llevo. Me planto en la sección indicada de la Librería y espero.

Espero. ¡Ja! Yo esperar, será desesperar, le concedí 30 minutos no más. Sólo 30 minutos y eso intentare. Pero, ¿cómo saber si esta, cómo saber que no estoy sola en esta locura?

Me adentre en la sección y alcance uno de los libros. Lo ojee y deje en su lugar. Una mirada de reojo y nada, nada de nada. Tome otro al azar, me fije en él titulo “Sensaciones”. Significativo, si, muy significativo. Fue en ese momento.

Note una punzada extrema, me puso la carne de gallina y casi pude oír como se me cerraba el estomago. Sentí que la sangre tornaba su color al azul más intenso casi sin cesar de ser bombeada por mi corazón a una velocidad increíble.

Estaba allí, y me estaba mirando, no podía verlo, pero podía notar como repasaba mi vestido blanco pactado para la ocasión. Seguro que podía verme hasta la ropa interior. ¡Demonios! Me subió el calor repentinamente, un cambio brusco de temperatura. Estaba viéndome hasta el alma.

No levante la vista del libro, pero no pase de repetir en mi cabeza él titulo “Sensaciones” una y otra vez.

No sé el tiempo que paso, segundos como minutos, minutos como horas. Me vinieron a la cabeza recuerdos de todos los colores y sabores. Mi primer novio, mi primer beso. Nuestra primera conversación en Internet. La gente que conocía. La fragilidad de todas estas relaciones. La fragilidad de mi misma, mi vulnerabilidad cubierta de falsa dureza.

De repente la presión aflojo. Me temblaron las piernas y creo que si hubiera oído un ¿hola que tal? Supongo que me hubiera desplomado.

No oí nada, tome aire, no me importaba cuanto tiempo había estado allí, sí media hora u hora y media. Tuve la necesidad de salir corriendo y así lo hice. Corrí, corrí hasta mi coche, subí en el, cerré los seguros de las puertas, los seguros de mi mente y huí. Huí de allí como quien ha visto un fantasma del pasado a quien no tuviera nada que decir.

Llegue a casa y me metí en la bañera. Apenas probé bocado y dormí, agotada, como cuando era una niña.

A la mañana siguiente tome una de las decisiones más importantes de mi vida.
Jamás volvería a quedar en otra Librería.

jueves, 7 de agosto de 2008

VACACIONES

Merecidas o no, en cualquier caso, deseadas.

Desaparezco unas tres semanas, he colgado uno de mis relatos de hace unos cuantos años que espero entretenga a quien pose sus ojos.

A la vuelta colgare otra Cita a Ciegas.

Nos vemos.

CITA A CIEGAS (1)

La hora parecía la correcta.
Nunca he sabido si a las citas debe uno llegar cinco minutos antes o cinco minutos después. Además, nunca estoy seguro de sí mi reloj lleva la hora exacta, o lleva exactamente la hora que lleva mi cita, o simplemente, lleva la hora que le da la gana.

Con tal de hacerme llegar tarde estoy seguro que hasta el meridiano de Grenwich se desplazaría un Uso.

Bueno, lo cierto es que esta es la librería. Demonios, parece que estuviera nervioso. ¡Ja! Como si no hubiera quedado yo antes con nadie. Aunque, no sé, no recuerdo haberlo hecho sin saber quien era. Bueno en el trabajo sí. Una vez quede con un japonés en una cafetería de un hotel pensando que lo reconocería nada más entrar y luego resulto haber una manada de ellos alojados y desayunando. Casi saludo a todo el pueblo antes de dar con mi hombre. Que dolor de riñones.

En cualquier caso esto es novedoso para mí. ¿Quién me mandaba meterme en estos líos?

Pero no. Esto, si lo miras bien, es como cuando entras en una cafetería por primera vez. Jamás has visto a la camarera, pero le pides un café como si la conocieras de toda la vida. Así que ¿qué más dará conocerse de toda la vida? Que verse así, de súbito. Y bueno, ya hemos hablado en el ordenador ese. Bueno hablado, hablado no, más bien “chateado”. Ja, vaya expresión, para mí eso siempre había sido tomar vinos por los bares. Al final uno parecerá un experto de la tecla, como si no tuviera bastante con los trabajos que tengo en casa por terminar.

Además, nunca he venido a comprar aquí, no conozco la tienda, no tenía que haber quedado aquí. Si es que soy un blando, siempre hago lo que me dicen. ¿Y porque no?. Total que más daba, me sonaba como que más caballeroso que fuera la cita quien eligiera el lugar. Así estaría más tranquila. ¿Cómo si no importara mi tranquilidad? Seré atontado.

Déjate de rollos, pareces un colegial, a tus años. Vamos para dentro que aún no he llegado a la sección de Historia Natural que es donde se supone que debería estar esperándome o debería esperarla. La verdad es que con este cacharro de reloj no sé cuál de las dos opciones es la correcta. En fin halla vamos.

La entrada de la tienda era colosal. Una puerta giratoria con pasa manos dorado, invitaba a dar vueltas y vueltas en ella, antes de entrar. Por cierto seré torpe, di como mínimo dos antes de conseguir entrar.

Dentro, ese olor a antiguo, a libros, a biblioteca de pueblo. Y todos los dependientes mirándome. Como si hubiera sido el único que se hubiera hecho un lió con la jodia puerta giratoria. Opte por despreciarlos. Espero que no se haya dado cuenta, sino, seguro que mejor me voy despidiendo de la cita.

No pregunte, los hombres nunca preguntan, siempre saben donde van. Controlan el espacio y el tiempo. Bueno, el tiempo con este reloj, se controla poco. Casi va a ser mejor...

Me aproxime a una dependienta, que me pareció de lo más modosita, y con voz de Catedrático cum lauden le pregunte por la sección. ¿Histeria Natural? Casi ni levanto los ojos del mostrador. Continuo leyendo, mascando chicle y levantó un lápiz apuntando a unos carteles del tamaño de una persona. (De una persona que jugara en la NBA, todo hay que decirlo) donde venia descrito con todo lujo de detalles todas las secciones de libros habidos y por haber y como llegar a ellas sin perderse, simplemente siguiendo unas delgadas líneas de colores que recorrían el suelo de la tienda.

Después de perder tan sólo un par de veces, la delgada línea roja que me llevaría a mi sección, tropecé con un cartelote que indicaba: Historia Natural.

Estoy de suerte, no hay nadie. Empecé a hojear los estantes como si me interesara en algo esto de la Historia Natural. Bichos y más bichos, de todos los colores y sabores. Unos más y otros menos, pero todos bichos.

No, ya veras, será “bichóloga” o veterinaria, un prefecto desastre, no tenía que haber venido. Yo que apenas entiendo del comportamiento del mosquito común, aquí con una experta en la reproducción del ocelote transoceánico. Bueno, ahora estas aquí, así que tu como si comieras ocelote todos los días en el desayuno.

* * * * * * * *

Transcurridos cinco minutos escasos de reloj Apareció una rubia de impresión justo por el otro extremo de la sección.

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¡Narices!, ¿Dijo rubia? No lo recuerdo. Recuerdo que si que dijo gafas, eso sí, seguro. Pero claro a esta distancia y de espaldas a ver cómo lo distingo.

Como quien no encuentra el libro de su vida, pero esta detrás de la pista segura, me abalance por las estanterías hasta casi alcanzarla.

La primera de la larga serie de sorpresas que sobrevendrían en los próximos diez minutos fue el cerciorarme de que, efectivamente, no llevaba gafas.

No repare, es mas, podía llevar lentillas, cosa de lo más normal, teniendo en cuenta que era una cita, lo más lógico era cuidar la imagen y si pensaba que le que quedaban bien. Yo también me había duchado, afeitado y de haber tenido lentillas, me las hubiera puesto.

Así que, de manera decidida, como cuando te llega el turno en el Banco después de haber estado esperando mas de 20 minutos en cola, me abalance sobre ella.

Un “Hola preciosa”, fue el principio del fin.

"¿Hola preciosa?¿Nos conocemos?¿Vd. me confunde?"

¡Vaya! Además con sentido del humor, pensé. Como nos vamos a conocer hija, para eso estamos aquí. Le conteste.

"Mire, no se que clase de broma es esta, pero yo estoy aquí por un libro."

Ya empezaba a incomodarme la situación (ni la mitad de lo que me incomodaría al final, claro). Habíamos quedado en simplemente, si no nos gustábamos decirlo y punto, no pasaba nada. Pero esto no tenía ninguna gracia. Así que me dirigí lo mas cortes que pude y de dije:

Pero bueno, nena. Habíamos quedado aquí, pero sin compromiso, vale. No hace falta el cachondeo.

Dicho esto, de detrás de uno de los carteles de la sección (mas que de detrás, sobresaliendo por uno de ellos) Apareció un tal Robert. Un muchachote de estos que más que jugar en la NBA, en la NFL de defensa rompedor. Acostumbrado a partir cuellos de búfalos cada mañana antes de desayunar.

¿Qué habíais quedado aquí?¿Quién es este tipo?

Bueno, jamás he soportado que me llamen “tipo”, pero en esta ocasión hice una excepción.

La rubia se volvió al pequeñín y con toda la autoridad de un Sargento de la Legión le soltó un “Tu no te metas en mis asuntos. Estoy hasta las tetas de tenerte detrás de mí a cada paso que doy. Me las puedo arreglar sola sin ti”

Aquí fue cuando termine de estropearlo diciendo la frase que me costo un ojo a la funerala y diez minutos de inconsciencia.

“Eso grandullón, tu no te metas en sus tetas.”

La rubia giró sobre sus talones y me lanzo un crochet cerrado con la misma contundencia con la que impactaría un mercancías sobre una tarrina de mantequilla.

Cuando abrí los ojos, lo primero que pude ver fue la cara de la dependienta del lápiz y lo primero en oír el estallido de su pompa de chicle a menos de 5 centímetros de mis oídos.

Me entregaron mis gafas. Me preguntaron si necesitaba un medico o algo y, tras ofrecerme un vaso de agua, me acompañaron a la puerta de la librería.

Cuando estuve en la calle tome una de las decisiones más importantes de mi vida.

Jamás volvería a quedar en otra librería.



Miguel Angel Vaquer

martes, 5 de agosto de 2008

UNA NUEVA DIRECCION INTERESANTE

Aquí abajo. No, mucho más abajo. Vamos al final del todo en el Blog, he puesto una serie de enlaces que yo considero de interés. Vamos de mi interés y tal vez de alguien que lo lea.



El último de ellos, la verdad ni idea, un enlace a un directorio de Blogs donde se supone que esta el mío,.. vete tu a saber.

El penúltimo, la Biblioteca de mi Universidad. Si, ¿por qué no puede uno decirlo? La "Miguel de Cervantes" esta "mantenida" desde la U.A. y eso siempre es motivo de orgullo.

El de un poquito mas arriba, el blog o página de un conocido. Un "profe" que también le gusta eso de la escritura y con el que he podido cruzar unos cuantos correos.

Y la primera de todas, la de "Bolos Teatre". Un grupo de amantes del Teatro que ha tenido el "atrevimiento" de llevar a escena una de mis obras. Esta en proyecto, pero la verdad, me siento tan honrado por ello que a eso le debo dedicar cuanto menos una entrada entera en este Blog.

De vuelta,.....

Bueno, como dice la canción, "On the road again". He vuelto a escribir alguna que otra entrada a este Blog que deje abandonado de la mano hace,... un puñado de meses. Si la primera promesa que me hice al crearlo fue no abandonarlo. Justo eso es lo primero que hice. Pero ¡Qué demonios! vuelvo a darle mano.
Intentare, esta vez, no hacer ninguna promesa.