jueves, 7 de agosto de 2008

VACACIONES

Merecidas o no, en cualquier caso, deseadas.

Desaparezco unas tres semanas, he colgado uno de mis relatos de hace unos cuantos años que espero entretenga a quien pose sus ojos.

A la vuelta colgare otra Cita a Ciegas.

Nos vemos.

CITA A CIEGAS (1)

La hora parecía la correcta.
Nunca he sabido si a las citas debe uno llegar cinco minutos antes o cinco minutos después. Además, nunca estoy seguro de sí mi reloj lleva la hora exacta, o lleva exactamente la hora que lleva mi cita, o simplemente, lleva la hora que le da la gana.

Con tal de hacerme llegar tarde estoy seguro que hasta el meridiano de Grenwich se desplazaría un Uso.

Bueno, lo cierto es que esta es la librería. Demonios, parece que estuviera nervioso. ¡Ja! Como si no hubiera quedado yo antes con nadie. Aunque, no sé, no recuerdo haberlo hecho sin saber quien era. Bueno en el trabajo sí. Una vez quede con un japonés en una cafetería de un hotel pensando que lo reconocería nada más entrar y luego resulto haber una manada de ellos alojados y desayunando. Casi saludo a todo el pueblo antes de dar con mi hombre. Que dolor de riñones.

En cualquier caso esto es novedoso para mí. ¿Quién me mandaba meterme en estos líos?

Pero no. Esto, si lo miras bien, es como cuando entras en una cafetería por primera vez. Jamás has visto a la camarera, pero le pides un café como si la conocieras de toda la vida. Así que ¿qué más dará conocerse de toda la vida? Que verse así, de súbito. Y bueno, ya hemos hablado en el ordenador ese. Bueno hablado, hablado no, más bien “chateado”. Ja, vaya expresión, para mí eso siempre había sido tomar vinos por los bares. Al final uno parecerá un experto de la tecla, como si no tuviera bastante con los trabajos que tengo en casa por terminar.

Además, nunca he venido a comprar aquí, no conozco la tienda, no tenía que haber quedado aquí. Si es que soy un blando, siempre hago lo que me dicen. ¿Y porque no?. Total que más daba, me sonaba como que más caballeroso que fuera la cita quien eligiera el lugar. Así estaría más tranquila. ¿Cómo si no importara mi tranquilidad? Seré atontado.

Déjate de rollos, pareces un colegial, a tus años. Vamos para dentro que aún no he llegado a la sección de Historia Natural que es donde se supone que debería estar esperándome o debería esperarla. La verdad es que con este cacharro de reloj no sé cuál de las dos opciones es la correcta. En fin halla vamos.

La entrada de la tienda era colosal. Una puerta giratoria con pasa manos dorado, invitaba a dar vueltas y vueltas en ella, antes de entrar. Por cierto seré torpe, di como mínimo dos antes de conseguir entrar.

Dentro, ese olor a antiguo, a libros, a biblioteca de pueblo. Y todos los dependientes mirándome. Como si hubiera sido el único que se hubiera hecho un lió con la jodia puerta giratoria. Opte por despreciarlos. Espero que no se haya dado cuenta, sino, seguro que mejor me voy despidiendo de la cita.

No pregunte, los hombres nunca preguntan, siempre saben donde van. Controlan el espacio y el tiempo. Bueno, el tiempo con este reloj, se controla poco. Casi va a ser mejor...

Me aproxime a una dependienta, que me pareció de lo más modosita, y con voz de Catedrático cum lauden le pregunte por la sección. ¿Histeria Natural? Casi ni levanto los ojos del mostrador. Continuo leyendo, mascando chicle y levantó un lápiz apuntando a unos carteles del tamaño de una persona. (De una persona que jugara en la NBA, todo hay que decirlo) donde venia descrito con todo lujo de detalles todas las secciones de libros habidos y por haber y como llegar a ellas sin perderse, simplemente siguiendo unas delgadas líneas de colores que recorrían el suelo de la tienda.

Después de perder tan sólo un par de veces, la delgada línea roja que me llevaría a mi sección, tropecé con un cartelote que indicaba: Historia Natural.

Estoy de suerte, no hay nadie. Empecé a hojear los estantes como si me interesara en algo esto de la Historia Natural. Bichos y más bichos, de todos los colores y sabores. Unos más y otros menos, pero todos bichos.

No, ya veras, será “bichóloga” o veterinaria, un prefecto desastre, no tenía que haber venido. Yo que apenas entiendo del comportamiento del mosquito común, aquí con una experta en la reproducción del ocelote transoceánico. Bueno, ahora estas aquí, así que tu como si comieras ocelote todos los días en el desayuno.

* * * * * * * *

Transcurridos cinco minutos escasos de reloj Apareció una rubia de impresión justo por el otro extremo de la sección.

* * * * * * * *

¡Narices!, ¿Dijo rubia? No lo recuerdo. Recuerdo que si que dijo gafas, eso sí, seguro. Pero claro a esta distancia y de espaldas a ver cómo lo distingo.

Como quien no encuentra el libro de su vida, pero esta detrás de la pista segura, me abalance por las estanterías hasta casi alcanzarla.

La primera de la larga serie de sorpresas que sobrevendrían en los próximos diez minutos fue el cerciorarme de que, efectivamente, no llevaba gafas.

No repare, es mas, podía llevar lentillas, cosa de lo más normal, teniendo en cuenta que era una cita, lo más lógico era cuidar la imagen y si pensaba que le que quedaban bien. Yo también me había duchado, afeitado y de haber tenido lentillas, me las hubiera puesto.

Así que, de manera decidida, como cuando te llega el turno en el Banco después de haber estado esperando mas de 20 minutos en cola, me abalance sobre ella.

Un “Hola preciosa”, fue el principio del fin.

"¿Hola preciosa?¿Nos conocemos?¿Vd. me confunde?"

¡Vaya! Además con sentido del humor, pensé. Como nos vamos a conocer hija, para eso estamos aquí. Le conteste.

"Mire, no se que clase de broma es esta, pero yo estoy aquí por un libro."

Ya empezaba a incomodarme la situación (ni la mitad de lo que me incomodaría al final, claro). Habíamos quedado en simplemente, si no nos gustábamos decirlo y punto, no pasaba nada. Pero esto no tenía ninguna gracia. Así que me dirigí lo mas cortes que pude y de dije:

Pero bueno, nena. Habíamos quedado aquí, pero sin compromiso, vale. No hace falta el cachondeo.

Dicho esto, de detrás de uno de los carteles de la sección (mas que de detrás, sobresaliendo por uno de ellos) Apareció un tal Robert. Un muchachote de estos que más que jugar en la NBA, en la NFL de defensa rompedor. Acostumbrado a partir cuellos de búfalos cada mañana antes de desayunar.

¿Qué habíais quedado aquí?¿Quién es este tipo?

Bueno, jamás he soportado que me llamen “tipo”, pero en esta ocasión hice una excepción.

La rubia se volvió al pequeñín y con toda la autoridad de un Sargento de la Legión le soltó un “Tu no te metas en mis asuntos. Estoy hasta las tetas de tenerte detrás de mí a cada paso que doy. Me las puedo arreglar sola sin ti”

Aquí fue cuando termine de estropearlo diciendo la frase que me costo un ojo a la funerala y diez minutos de inconsciencia.

“Eso grandullón, tu no te metas en sus tetas.”

La rubia giró sobre sus talones y me lanzo un crochet cerrado con la misma contundencia con la que impactaría un mercancías sobre una tarrina de mantequilla.

Cuando abrí los ojos, lo primero que pude ver fue la cara de la dependienta del lápiz y lo primero en oír el estallido de su pompa de chicle a menos de 5 centímetros de mis oídos.

Me entregaron mis gafas. Me preguntaron si necesitaba un medico o algo y, tras ofrecerme un vaso de agua, me acompañaron a la puerta de la librería.

Cuando estuve en la calle tome una de las decisiones más importantes de mi vida.

Jamás volvería a quedar en otra librería.



Miguel Angel Vaquer

martes, 5 de agosto de 2008

UNA NUEVA DIRECCION INTERESANTE

Aquí abajo. No, mucho más abajo. Vamos al final del todo en el Blog, he puesto una serie de enlaces que yo considero de interés. Vamos de mi interés y tal vez de alguien que lo lea.



El último de ellos, la verdad ni idea, un enlace a un directorio de Blogs donde se supone que esta el mío,.. vete tu a saber.

El penúltimo, la Biblioteca de mi Universidad. Si, ¿por qué no puede uno decirlo? La "Miguel de Cervantes" esta "mantenida" desde la U.A. y eso siempre es motivo de orgullo.

El de un poquito mas arriba, el blog o página de un conocido. Un "profe" que también le gusta eso de la escritura y con el que he podido cruzar unos cuantos correos.

Y la primera de todas, la de "Bolos Teatre". Un grupo de amantes del Teatro que ha tenido el "atrevimiento" de llevar a escena una de mis obras. Esta en proyecto, pero la verdad, me siento tan honrado por ello que a eso le debo dedicar cuanto menos una entrada entera en este Blog.

De vuelta,.....

Bueno, como dice la canción, "On the road again". He vuelto a escribir alguna que otra entrada a este Blog que deje abandonado de la mano hace,... un puñado de meses. Si la primera promesa que me hice al crearlo fue no abandonarlo. Justo eso es lo primero que hice. Pero ¡Qué demonios! vuelvo a darle mano.
Intentare, esta vez, no hacer ninguna promesa.