lunes, 12 de noviembre de 2007

EL DÍA QUE NO GANÉ EL ARNICHES

Bueno, hoy será el día en el que no gane el Arniches y para celebrarlo me he vuelto a plantear una nueva obra, precisamente con ese título: "El día que no gané el Arniches"


Porque si alguien ha pensado que no pienso escribir más teatro esta equivocado. Pienso escribir más teatro, pienso escribir más. Es más, no creo que pueda dejar de escribir.


Al margen de todo esto, hoy es uno de esos días en los que todo autor de teatro se hace la pregunta que realmente importa. ¿Para qué escribes teatro?


Bueno, uno empieza reflaxionando con mil escusas del tipo,.... bueno pues porque es un buen ejercicio para practicar el "dialogo" entre personajes,... veras a mi lo que me gusta es el cine pero claro el "teatro" es como más asequible,.... incluso habrá quien afirme,.. yo no quería, si a mi me obligaron, es un género que ni cocnozco ni domino, pero bueno tenía un compromiso,....


Tonterías. La mayoría de escusas suelen ser tonterías. Vale, admito que la primera vez fue casi sin intención. Admito que fue un encargo. Pero he de admitir que lo disfruté. A ver cómo doy con las palabras adecuadas. Una cosa es hacer Teatro "muerto", teatro que sabes no se va a representar, una joya de la literatura, vamos. Pero, como cometas el error de ver una de tus obras representadas, la acabas de liar. Es más, cuando al acabar esa representación, gente que no conoces te felicita. A partir de ese momento es cuando te das cuenta como el Teatro "vivo" es un medio escepcional para comunicar.


Y comunicar suele ser nuestra más intima razón de ser. Comunicar qué somos, qué pretendemos, qué creemos, qué odiamos y qué deseamos, esta unido a nuestra más pura esencia. Por que, no se crean, el individuo piensa, pese a todo y pese a todos, el individuo tiene una opinión sobre todas las cosas que le rodean y se muere de ganas por decirla. En ocasiones se muere de ganas de gritarla. Y el cólmo de los colmos. Hay "tipos" que sueñan con representarla, encima de unas tablas de madera, frenta a unas butacas, con gente que mira.


Si, a mi me "pico" el Teatro. Yo soy uno de esos "tipos". Y además, me gusta ver la cara de la gente cuando digo lo que pienso, y para eso, para eso no hay nada como el Teatro. Bueno, estan el teatro y las conversaciones en los bares, pero eso no viene al caso ahora.

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